Elementos en común de los terremotos de Chile y Japón
- Paulo Delgado
- 30 abr 2017
- 3 Min. de lectura
Cuando se habla de relaciones entre Chile y Japón siempre se han tratado de destacar los elementos en común para estrechar relaciones. Si bien en cuánto a cultura podemos ser dos países muy diferentes en cuanto a elementos geográficos y naturales podemos ser muy parecidos.
Uno de los elementos en común que tienen ambos países y que nos mantienen unidos geológicamente hablando son las placas tectónicas. A modo general, podemos decir que la superficie de Tierra se encuentra formada por 15 principales placas que constantemente se encuentran en desplazamiento o acomodación sobre sobre el manto terrestre fluido, interactuando entre ellas siguiendo sus propias direcciones. Así mismo, la teoría de las placas tectónicas da una explicación satisfactoria de por qué los terremotos y los volcanes se concentran en regiones concretas del planeta (como el Cinturón de Fuego del Pacífico) o de por qué las grandes fosas submarinas están junto a islas y continentes y no en el centro del océano.

Como es posible apreciar en el mapa superior, Chile se encuentra sobre la Placa Sudamericana, mientras que frente a sus costas se encuentra la Placa de Nazca que se encuentra en constante proceso de hundimiento por debajo del borde de la placa Sudamericana en su límite convergente. Esta subducción es la principal causa de los sismos en Chile.
Japón en cambio se encuentra sobre y rodeado por varias capas tectónicas. En general los terremotos Japoneses han ocurrido por los movimientos de la placa pacífica que se está introduciendo por debajo de la placa Okhotsk, una porción minúscula que antaño se consideraba dentro de la placa norteamericana, aunque hoy se haya descrito como independiente. El origen del país nipón, de hecho, se sitúa en el proceso de subducción de la placa filipina y la pacífica por debajo de la placa euroasiática y norteamericana.
Como se aprecia en el mapa, si bien Chile y Japón no comparten las mismas placas tectónicas sí comparten el llamado cinturón o anillo de fuego del Pacífico. Este cinturón es el resultado directo de la tectónica de placas, el movimiento y la colisión de las placas de la corteza terrestre. Se sitúa en las costas del océano Pacífico y se caracteriza por concentrar algunas de las zonas de subducción más importantes del mundo, lo que ocasiona una intensa actividad sísmica y volcánica en las zonas que abarca:

Alrededor del 90 % de los terremotos del mundo y el 80 % de los terremotos más grandes del mundo se producen a lo largo del Cinturón de Fuego del Pacífico. Chile y Japón comparten este anillo de fuego lo que los convierte justamente en dos de los países más sísmicos del mundo. Para demostrar esto, hemos construido una arbitraria tabla que recoje los sismos más grandes de ambos países desde el siglo XVIII hasta el día de hoy, siendo el terremoto de 7.0 grados de Kumamoto (Japón) el más importante hasta la fecha y el de 6.9 grados de Valparaíso (Chile) de abril de 2017:

Como se aprecia en la anterior tabla, Chile y Japón comparten también la intensidad de sus sismos, siendo la mayoría de ellos sobre 7.0. Otro elemento que une a ambos países, o más bien que repercute en ambos países, son los tsunamis que se suelen ocasionarse con sismos superiores a 7.5 grados. Tres casos famosos de este efecto son los tsunami provocados por el terremoto de Valdivia el 24 de mayo de 1960 que según se contaba desde Tokio, los "informes llegados a esta ciudad, se calcula en unos 800 el número de muertos en la costa oriental del Japón, a causa del maremoto provocado por un terremoto en Chile el 21 del mismo mes."[1] Con fecha más actual tenemos el tsunami que originó el terremoto 8.8 de Chile en 2010 que tuvo repercusiones en todo el Pacífico, así como el terremoto de 2011 de Japón que, aparte de generar tsunamis (que llegaron a Chile muy levemente), generó una alerta radioactiva por los grandes daños a la planta nuclear de Fukushima.
En conclusión, ya que a ambos países los une el tema sísmico en estos últimos años se han estrechado los lazos de cooperación científica entre ambos países tanto en investigación como en las normas de seguridad ante estos eventos. Esto se hizo evidente, por ejemplo, con el ejercicio de realizar un simulacro binacional de terremoto y tsunami tanto en Chile como en Japón el 3 de noviembre de 2016 en donde se evacuaron los bordes costeros de la Región de Valparaíso y de Hososhima, Prefectura de Miyazaki, en Japón, bajo un escenario de sismo de mayor intensidad con posterior tsunami para las costas de Chile.
REFERENCIAS