Do as Infinity en Chile: cuando la calidad del artista opaca una mala organización
Fotografías: Javiera Castro Leoz.
En Japonistas en Chile, afortunadamente, tenemos la oportunidad de disfrutar de vacaciones de invierno. ¡Y qué mejor forma de distraernos en torno a la cultura pop japonesa y sus manifestaciones en Chile! Es por esto que esta entrada de nuestro blog la queremos dedicar al más reciente grupo musical japonés que ha visitado Chile: Do as Infinity.
Hace varios meses atrás se anunció la llegada de Do as Infinity a Chile, un grupo reconocido dentro de lo que es el J-rock/J-pop que inició sus actividades en 1999. En occidente, si bien el grupo logró cierta popularidad por su calidad musical, no se hizo realmente conocido hasta que lanzó sus singles Fukai Mori (2001.06.27), "Shinjitsu no uta" (2002.10.30) y "Kimi ga inai mirai" (2010.01.20) que, a su vez, se convirtieron en endings y un opening respectivamente del popular anime Inuyasha.
El grupo viajó a latino américa y llegó a Chile en el marco de su gira internacional por el continente Do As Infinity「Latin America Tour 2017」, visitando Ciudad de México (01.07, Lunario, Auditorio Nacional), Buenos Aires (04.07, Teatro Vorterix), Sao Paulo (07.07, Transamérica Expo Center) y Santiago (09.07, Polideportivo Estadio Nacional). La presentación del grupo, además, se daría cita en Anime Friends, un gran evento que se realiza en países como Brasil, Argentina y, hace algunos años, Chile. Su principal atractivo (en conjunto con la usual invitación a tiendas, ilustradores y cosplayers) es presentar a una banda reconocida en Japón y relacionada con el animé.
Este 9 de julio fue el turno de Chile y presentación final de Do as Infinity en Latino América. Qué podía salir mal en un evento que en su página web nos decía que:
Este año el evento es organizado por una nueva productora, Vampir Prod, que se ha puesto como desafío mantener la continuidad del evento y mejorar cada año en sus actividades. Somos una actividad de carácter familiar y para todo espectador, buscamos brindar un espacio de reunión para todos aquellos que gustan del anime, vídeo juegos, mangas y otras actividades relacionadas a esta subcultura que a muchos fascina, en un ambiente cómodo, seguro y entretenido.
La producción espera que disfruten de este espacio que preparamos con mucho cariño para ustedes.
Pues que el 7 de julio a las 19:42, la productora Vampire Prod. anunció de manera “formal” y oficial el cambio de recinto del polideportivo del Estadio Nacional al ya común y conocido Liceo Dario Salas tan solo un día antes del esperado evento. La organización de Vampir Producciones informó que “por fuerza mayor y ajenas a su gestión“, se concretaría un cambio de sede. Una información publicada a 16 horas del inicio de las actividades, en una medida inusual que multiplicó las críticas en redes sociales. En Facebook, los fans como mínimo catalogaron el hecho de “vergüenza”. Además, se tenía entendido que el show de Do as Infinity venía con un repertorio de casi 20 temas pero que, suponiendo las inconveniencias de último minuto, solo fueron tocados 13 temas (algunos bien exigidos por el público).
Desde el Polideportivo del Estadio Nacional, el evento que en su página oficial se vendía como “una de las convenciones de Anime más grandes de Latino América” se trasladó hasta el patio del Liceo Dario Salas. Algo más de kermés que de una convención e inapropiado para un encuentro con entradas que valían $9 mil pesos por día, accesos VIP de hasta $30 mil pesos y encuentros de Meet and Greet por $40 mil pesos.
Para más crítica al evento, pueden revisar los siguientes links:
Los que hemos asistido a varios eventos basados en anime, manga y video juegos conocemos las condiciones en que generalmente se desarrollan este tipo de actividades: lugares precarios, visualmente deplorables y con problemas administrativos que hacen la experiencia agridulce. Pero lo que no se perdona en esta ocasión fue que a un grupo de la talla de Do as Infinity se lo tuviera en esas condiciones. El público chileno podrá aguantar, lamentablemente, que se lo pase a llevar irrespetuosamente con malas organizaciones pero no dejar una mala imagen país ante grupos japoneses que esporádicamente salen de Japón y se atreven a venir a latino américa.
A pesar de lo anterior y como grupo, Do as Infinity supo manejar la situación. La idiosincrasia del japonés, el carisma y humildad de los miembros de la banda fueron poco a poco opacando la mala organización de la productora. Tanto el público asistente como los mismos miembros de la banda fuimos pasando de un momento de disgusto e incomodidad a lograr, por lo menos, disfrutar del momento y darle algo de calidez y acogimiento al ambiente. La oscuridad de la tarde-noche ayudó a disimular en parte el poco acogedor y estéticamente deplorable lugar, mientras que el apoyo de los fans de la banda disimuló en parte la importante bajada de asistentes al evento al enterarse sobre el cambio de recinto.
Lo que realmente sacó adelante el cierre del evento fue el talento intrínseco de Do as Infinity. Especialmente el carisma de Tomiko Van y de Ryō Ōwatari fue el que revivió los ánimos logrando darle algo de calidez a un evento que hasta antes de su presentación seguía siendo decadente. La larga experiencia de Do as Infinity sobre los escenarios, no solo japoneses sino que también de Hong Kong y Taiwan quedó en evidencia tras desbordar con talento el pequeño escenario montado en medio del patio del Liceo Darío Salas. Con gran profesionalismo y carisma Tomiko nos hizo vibrar con temas conocidos y alegres que, durante los minutos que duró su presentación, nos hizo olvidar la vergüenza ajena que sentíamos previo a su presentación.
Sus fans destacaron su belleza, calidad vocal, carisma, lectura y pronunciación de frases y palabras en español que, sumado al clásico acento japonés, regalaron risas al público que amenizaron el momento. Antes de bajar del escenario se dio el tiempo de firmar un par de discos de sus fans, saludarlos y estar cerca de ellos dentro de lo que las medidas de seguridad lo permitían.
Paralelamente al desplante de Tomiko, Ryō Ōwatari hacía lo suyo con su guitarra y sus célebres frases en español sobre el escenario. Sin duda la más recordada será "Soy el hombre empanada". Con esta simple e incoherente frase con una clara referencia a un elemento típico de la gastronomía chilena se ganó el aprecio y risas del público quienes corearon en varias ocasiones su frase célebre, provocando en él reacciones y gesticulaciones cómicas sobre el escenario.
Al parecer, y solo por la apreciación desde el público, Do as Infinity se fue de Chile sabiendo, por lo menos, que tiene seguidores fieles que sin importar las condiciones en las que se presenten ellos estarán allí para escucharlos y animarlos. Por supuesto que los fans y no fans del grupo lamentamos mucho (y aún nos da vergüenza ajena) que un grupo tan conocido y prestigioso como Do as Infinity no haya tocado en el mejor recinto disponible ni se les haya dado la relevancia que se merecían y que reciben en su país. Sí se llevan el cariño de los fans como lo hicieron saber a través de su cuenta de twitter al día siguiente de su presentación.
~ ¡Gracias por el talento, el carisma, la alegría y por visitarnos!~
