Goou jinja
Este santuario, que se encuentra al lado del Palacio Imperial de Kyoto, está dedicado a Wake no Kiyomaro y a su hermana Wake no Hiromushi.
En el año 769 el monje Yuge ni Dokyo trató de ascender al trono imperial a través de la influencia que tenía con la Emperatriz Shotoku. Kiyomaro, leal oficial de la Corte, fue enviado al Santuario Usa Hachiman para orar por consejo. Allí recibió como respuesta, que solo aquellos que descendían de Amaterasu, la Diosa del Sol, podían acceder al trono. Esto enfureció a Dokyo, quién consiguió que lo exiliaran a Osumi no kuni, actual Prefectura de Kagoshima, e incluso mandó a que le cortaran los tendones.
En su viaje se desvió hacia el Santuario Usa Hachiman para agradecer por la respuesta honesta, llegando a Buzen no kuni, actual Prefectura de Oita. De pronto se vio rodeado por 300 jabalíes salvajes que lo escoltaron hasta el santuario, a una distancia de unos 40 kilómetros, logrando llegar a salvo y con la herida en sus piernas milagrosamente cuidadas.
Cuando asciende al trono el sucesor de la Emperatriz Shotoku, el Emperador Kounin, este manda a investigar y ordena que Kiyomaro vuelva, convirtiéndose este último en un fiel asesor del emperador. Es por esto que en el Santuario de Goou jinja se le venera como “Divinidad Gentil Protectora del Rey”, y a su hermana, como “Divinidad Protectora de Madres e Hijos”. También encontramos el recinto, desde sus puertas, lleno de figuras de jabalíes. Así, en vez de tener como guardianes los tradicionales Koma inu, perro dragón, tienen un jabalí a cada lado y se les llama, por lo tanto, Koma inoshishi.