Yoshihide Suga: los desafíos del primer ministro

A finales de agosto, el entonces Primer Ministro de Japón, Shinzo Abe, anunció su renuncia alegando problemas de salud derivados de una colitis ulcerosa crónica, lo que implicó alejarse de la política del gobierno japonés para enfocarse en su tratamiento médico.

“Necesito luchar contra la enfermedad y necesito ser tratado, no estaba en el estado perfecto”, señaló.

“A pesar de que falta un año en mi mandato y hay desafíos que enfrentar, decidí renunciar como primer ministro”, dijo Abe y agregó que le gustaría extender sus disculpas al pueblo de Japón.

Cabe mencionar que Abe es actualmente el mandatario con más tiempo en el gobierno de Japón en términos de días consecutivos en el cargo.

Pero dado el contexto de recesión económica que afecta al Japón como consecuencia de la pandemia y las complejas relaciones con sus países vecinos, era necesario que Japón eligiera prontamente al sucesor de Abe. Es así como a dos semanas de su renuncia, la Dieta Nacional del Japón (kokkai) ha escogido a quien se encargará de continuar con el plan de gobierno y darle estabilidad, o en el mejor de los casos, dejar encaminado a Japón hasta sus nuevas elecciones en septiembre de 2021: Yoshihide Suga.

Pero, ¿quién es el nuevo sucesor de Abe y cuál es su origen? Primero que todo, es preciso destacar que Suga es oriundo de la prefectura rural de Akita en el norte de Japón, región de Tōhoku. Esta región norteña tiene la reputación de ser algo alejada con respecto al centralismo japonés, así como de poseer un clima hostil y duro. A lo anterior se suma que Tōhoku es una tierra que ha sido golpeada por grandes desastres naturales. Cuenta con inviernos muy crudos y es debido a estas características que, por lo general, las personas originarias de esta zona se las considera muy "perseverantes". Se suele decir que estas condiciones geográficas forman el carácter de sus habitantes, especialmente en lo referido a la personalidad obstinada y terca. Yoshihide Suga refleja algo de este contexto tan particular.

Suga, de 71 años, es conocido por su eficiencia y pragmatismo, forjado por las duras tierras de Tōhoku, pero a cambio de no ser considerado como un político carismático ni enérgico. Su eficiencia forjada en Akita le permitió ir constantemente escalando cargos políticos en su prefectura, marcado por fuertes posiciones individuales.

Si bien es reconocido por haber sido la “mano derecha” de Shinzo Abe, en uno de sus debates televisivos declaró “carecer de las habilidades diplomáticas que caracterizaron a Abe, y que necesitará de su ayuda una vez asumido el cargo, especialmente en lo referente a las relaciones con los EEUU y el presidente Donald Trump”. Pero también ha declarado darle continuidad al legado de Abe y terminar los planes inconclusos de su gobierno, por lo que es de esperar que la diplomacia llevada a cabo por Suga no varíe mucho de lo trabajado previamente por Abe.

Problemas inmediatos que Suga tendrá que resolver

Japón actualmente tiene un par de temas políticos que Shinzo Abe vino trabajando hace varios años, pero que no han logrado el apoyo esperado para llevarlos a cabo, entre ellos, el aumento del salario mínimo, la promoción de reformas agrícolas y el impulso al turismo. A nivel estructural, tanto para Abe como para Suga, siguen pendientes las reformas a la constitución pacifista del Japón, especialmente en lo referido al reconocimiento formal de un ejército en reemplazo de las actuales Fuerzas de Autodefensa, que en teoría no puede desplegarse en el extranjero.

Pero el mayor desafío a corto plazo, sin duda, es centrar las energías del gabinete en la pandemia y reactivar la economía. Antes de su elección, Suga se comprometió a expandir las pruebas de covid-19 y lograr que Japón tuviera una provisión de vacunas para la primera mitad de 2021. La reactivación de la economía bajo el actual contexto de pandemia, de alguna forma, tendrá que equilibrarse con las conocidas “Abenomics” aún inconclusas y en muchos casos cuestionadas en su eficacia. Esto se traduce en dar continuidad a los planes económicos planteados por Abe que se habían comprometido a mantener una postura fiscal y monetaria flexible.

En cuanto a las relaciones internacionales, Suga llega al cargo de Primer Ministro con la promesa de mantener sólida la exclusiva alianza militar de Japón con EE.UU., aunque se insista a la reforma constitucional en la búsqueda de un ejército propio. A nivel regional, se espera que siga manteniendo relaciones estables con China, el mayor socio comercial de su país.

Los planes de Yoshihide Suga: septiembre 2020 - septiembre 2021

Suga asumió el cargo del Primer Ministro consciente que tiene un año para terminar los planes del gobierno que heredó de Abe. Solo cabe realizar proyecciones dentro del breve periodo de tiempo en que Suga estará al frente del Partido Liberal Democrático (PLD), culminando su periodo en septiembre de 2021 y dando término así al mandato que dejó incompleto Abe.

Suga ha prometido continuidad a lo trabajado por Abe y esto se ha evidenciado en la práctica con el nombramiento en su gabinete de veteranos políticos del PLD y la retención de varios actores importantes del gabinete de Abe. Esta decisión es coherente tanto con su intención de dar continuidad a lo trabajado de Abe, al contexto de pandemia, así como al poco tiempo que estará en su reemplazo: “No se puede tolerar un vacío político en medio de la expansión de la pandemia de coronavirus y la crisis nacional (…). Debemos heredar y seguir adelante con los esfuerzos del primer ministro Abe”, afirmó Suga.

En su conferencia de prensa inaugural como primer ministro, y en referencia a la economía del Japón, afirmó dar máxima prioridad al control del coronavirus para superar la gran contracción registrada en el país en el segundo trimestre de este año. "Reactivar la economía sigue siendo la principal prioridad de la administración", comentó Suga a periodistas después de una ceremonia en el Palacio Imperial, en donde el emperador Reiwa, Naruhito, respaldó al nuevo primer ministro y a su gabinete: "Mientras continúo con 'Abenomics', quiero seguir adelante con más reformas".

Uno de los eventos más esperados del presente año, sin duda, fueron los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Con respecto a esto, y pese a las pocas alentadoras predicciones de la Organización Mundial de la Salud sobre el control de la pandemia para el 2021, Japón persistirá con los preparativos para la celebración de sus Juegos Olímpicos previstos para el próximo año. "El gobierno continuará trabajando en estrecha colaboración con las partes interesadas para llevar a cabo los juegos de manera segura tanto para los atletas como para los espectadores", dijo Suga en una rueda de prensa en estos últimos días.

Dado los antecedentes y la estrecha relación que tuvo Suga desde 2012 con Abe, se espera que efectivamente logre dar continuidad a los planes del gobierno anterior, sin una mayor variación en lo que se venía trabajando. Además, es de destacar que cuenta con un gran apoyo de su partido: según una encuesta publicada por Kyodo News dentro de los primeros días de septiembre, casi el 80% de los legisladores del PLD respaldaron su candidatura como sucesor de Abe, lo que se traduce en 304 de 394 parlamentarios del Partido Liberal Democrático apoyándolo. Por lo tanto, el apoyo político para terminar con los planes de Abe en un año no le va a faltar.

Las nuevas elecciones generales de la Dieta Nacional, kokkai, están programadas para septiembre de 2021, y según observadores, esa contienda se centrará más en quién puede ganarse el electorado general, en lugar de conformarse con un candidato que ofrezca continuidad.